el mito y el poder

04.10.2014 23:44

El poder y el mito

  Continuando con mis  reflexiones del trabajo anterior y en base a
la obra de Leszek  Kolskowsy la presencia del mito de 1973.
En mi trabajo anterior identifique capas geológicas de poder: el poder fálico,
el poder de la espada, la represión del sexo y el poder del dinero. Todas estas
que se superponen pero no por eso desaparecen. Es decir todavía están presentes
hoy

      Lo que concluí es que todas estas formas de
poder están basadas en un mito, siempre en algún mito, entendiendo por esto en
una verdad revelada que es vista desde un tiempo pre-humano y en un tiempo no
definido es decir fuera de la historia, que implica en cada caso la formación
de valores, que pretende ser inmutables y que dan sentido historicista a la
consecución de  hechos humanos, aunque
estos sean solo posible de identificar como expost.
Por que los hechos quizás sean simplemente contingentes coyuntura dada y
basados en un contexto especifico del momento. Los hechos se consideran como
hitos en donde se apoyan  la modificación
de ciertas relaciones de poder.

   El poder fálico implica un mito de la
sociedad organizada patriarcalmente y da un orden sobre el cual se apoya: el
machismo, la inferioridad dada le mujer, la homofobia y  el poder paternal sobre los hijo, es decir
basado en la primigenia división de los sexos. Esto es visible en todos los
mitos fálicos de casi todas las sociedades, veamos simplemente las sociedades
secretas en los Selcman. Esto es visto como la ley natural como decimos en un
tiempo mítico y atemporal pre-humano  y
que nos lleva a una esencia animal. Es la base de los actuales problemas de
violencia familiar, el femicidio y toda  violencia e genero

    La
agregación de las familias (llamando así a un hecho mucho más complicado de
socialización humana) dio una necesidad de formar una organización jerárquica
de la sociedad basada en la fuerza(es decir la especialización de grupos  en el monopolio de la fuerza) y después en un
teórico origen del poder dado por la divinidad en principio politeístas y que
sufrió una evolución desde este hacia el monoteísmo, siguiendo la evolución, al
menos en occidente desde las ciudades estado, pasando por la aristocracia
ateniense hasta el imperio y después sus herederas las naciones.

   Paralelamente se fue formando un
descreimiento a esta mitología encarnada en l triunfo de la razón desde su
forma cartesiana hasta la actualidad cientifiquista,  en donde el mito se reemplaza por la razón y
la ciencia (como nuevo mito). Pero analizando su evolución, cada avance
epistemológico, tiene en su origen un saber anterior en la mente de quien lo
postula, relatando esto teniendo en cuenta una epistemología basada en un
teórico conocimiento científico. No por esto pensamos que toda teoría tenga
origen en un mito, sino en una consecuencia de cierta especulación psicológica
basada en una persona que ya tenga una idea prefijada de acuerdo en un todo
generado por algún tipo de mito aunque este tenga la forma de verdad
científica. No hay conocimiento humano que sea prístino, es decir sin basarse
en un conocimiento anterior que no está demostrado.

   La sucesión de hechos históricos paso del
simple orden fálico hasta el orden de la fuerza y la sangre  y por lo tanto su justificación lógica,
basándose en las fuerzas exteriores de la naturaleza que se reflejaron en los
primeros mitos.  Este orden era
profundamente injusto, llevando al conflicto permanente intra y extra
comunitario. Pretendiendo solucionar esto surgió en Atenas la democracia, que
para nuestros parámetros actuales no era más que una aristocracia. Igualmente
siguió siendo la forma imperante la ley de la espada como generalización en
occidente y por lo tanto la formas politeístas de organización mítica. Pero
nació en ese momento el concepto de la
razón
  y la filosofía y estas conformaron en si una nueva mítica, la moral
socrática de la inquietud de si fue
derivando después, con los estoicos y después con el cristianismo, hacia el
concepto de salvación, en la medida que un individuo debía atenerse a ciertas
regles preconcebidas en los preceptos de la iglesia. Paralelamente surge el Imperio como un  concepto de poder global  y el triunfo del monoteísmo es decir una
forma de Dios de naturaleza divina y
humana a la vez. Esto no obstante no hizo desaparecer el politeísmo ni la
razón, el primero fue atacado con la lucha 
contra la brujería y la otra contra las herejías, el gnosticismo y otras
con un ejercicio del poder que paso desde la razón enunciada a través del
derecho romano a una vuelta a la ley de la sangre con la inquisición. Este
derecho romano paso las etapas más oscuras del imperio hasta su desmembramiento
y el surgimiento del feudalismo, que volvió en gran parte a la ley de la
espada. Los nuevos intentos de instaurarlo fue durante la época carolingia y el
sacro imperio. En estos procesos se fue generando una nueva clase  los nobles quienes en el sistema del
feudalismo volvieron a aplicar la ley de la espada y el mito del origen divino.
En contraposición un poco después quienes eran desplazados de ese sistema se
preocuparon de acumular riquezas lo suficiente para  crear una nueva clase que tenían como fuerza
el dinero los burgueses, Sin embargo la concentración del poder en algunos
pocos dieron con nacimiento los reinos y con ello a las naciones es decir las
comunidades imaginarias, eminentemente tomando como base una cantidad de mitos
compartidos incluso por la clase burguesa. Esta última  con el descontento de tener la riqueza pero no
acceder al poder reacciono primero, en la revolución francesa y después como la
revolución industrial. Paralelamente vuelve a surgir la razón como mito
generador de la verdad. El tema de la salvación también fue puesta en conflicto
con el protestantismo quienes vieron la salvación como dada simplemente por Dios sin necesidad de intermediación
con las acciones individuales,  sin
necesidad de justificar nuestro propio éxito, al menos como lo vio Weber. Es
decir el surgimiento del capitalismo, donde lo que importa es el éxito personal
y se reemplaza a Dios por la razón, dos conceptos que en su
esencia son míticos. En el mismo sentido seguimos después con las teorías de
Marx, heredero de Hegel.

  Como síntesis mi ponencia es que el mito es
anterior a cualquier doctrina filosófica y se basa en algún hecho
indemostrable, es decir ningún pensamiento es prístico.